En el
momento actual se hace certera la afirmación
de Lenin de que en los momentos de crisis los campos se delimitan y se
muestran con mayor claridad y las intenciones de la clase dominante toman un
papel cada vez más claro. Y en efecto en los últimos años han ido cayendo los
mitos e ilusiones de futuro, prosperidad y desarrollo que había supuesto la
integración de España en la Unión Europea. Antes de la crisis se presentaba a
la Unión Europea como la garantía de nuestra entrada en el selecto grupo de los
países más desarrollados del mundo, de nuestra equiparación en desarrollo
económico, influencia y nivel de vida con países de la talla de Reino Unido,
Francia o Alemania, se presentaba la integración europea como sinónimo de
“modernización y progreso”, se nos vendió el Euro como la moneda del futuro que
iba a ayudar y fortalecer nuestra economía y que juntos llegaríamos a desbancar
al todopoderoso Dólar.
Pero toda
esta fantasía se vino abajo cuando el capitalismo entro en la brutal crisis de
sobreproducción y la correspondiente caída en la tasa de ganancia del capital.
Vimos como la tan laureada Unión Europea no podía impedir que en unos años
pasásemos a tener casi 6 millones de parados, un 20 por ciento de la población
bajo el umbral de la pobreza, 517 desahucios diarios… Descubrimos que el sector
de la construcción que representaba antes de la crisis un 14 por ciento del PIB
había crecido artificialmente gracias a la acción especulativa del Capital
Financiero y al estallar la burbuja infinidad de especuladores sacaron sus
fondos y los trasladaron a bancos extranjeros gracias a las facilidades
establecidas por el Tratado de Maastricht firmado en 1992 por todos los países
de la U.E. Nos encontramos con que
nuestro sector productivo (siderurgia, astilleros, minería...) habían
sido prácticamente desmantelado bajo la supervisión de la UE por “no ser lo
suficientemente competitivo”, las principales empresas públicas (REPSOL,
Telefónica...) habían sido “regaladas” a miembros insignes de la oligarquía
nacional o a monopolios extranjeros franceses y alemanes principalmente.
Nuestra inclusión en el Espacio Europeo de Educación Superior que fue
implantado con el Plan Bolonia y la Estrategia Universitaria 2015 y que nos fue
presentada como la “modernidad” y “homologación” con Europa fue revelada como
un proceso en donde se acentuaría la presencia y control de los monopolios
privados en la enseñanza universitaria pública.
Ahora en
medio de esta situación límite la Unión Europea pretende vendernos una “ayuda”
que sacará a España de esta situación, a esta ayuda ellos la denominan
“Rescate”, una transferencia de dinero de los países de la UE hacía el Estado
Español y que se nos concederá bajo la condición de que sigamos sus
“orientaciones”. ¿Cuáles son estas orientaciones? Profundizar en los recortes a
los servicios sociales esenciales, educación, sanidad, prestaciones sociales,
reducción de pensiones, profundizar en la dilapidación de los derechos
laborales, suprimir la negociación colectiva… Todo esto para servir a los intereses
de los grandes monopolios internacionales y de la oligarquía estatal que son
los grandes beneficiarios. El capitalismo ha abandonado sus ropajes amables y
ahora podemos atisbar a ver las perniciosas consecuencias que tienen sus
medidas para el conjunto de la clase obrera y las capas populares:
empobrecimiento, paro y explotación.
Y se
demuestra en la actualidad la acertada visión de Lenin acerca de la consigna de
“Los Estados Unidos de Europa”, cuando señaló “desde el punto de vista de las
condiciones económicas del imperialismo, es decir, de la exportación de
capitales y del reparto del mundo por las potencias coloniales
"avanzadas" y "civilizadas", los Estados Unidos de Europa,
bajo el capitalismo son imposibles o son reaccionarios”. La Unión Europea no
nació como un organismo que buscará una mejor “integración de los pueblos de
Europa”, “ni como garante de los derechos sociales”. La Unión Europea nació
como una superestructura para agrupar y servir a los intereses del capital
monopolista europeo, es una estructura imperialista multinacional involucrada
en la agresión de multitud de pueblos. Si no recordemos las acciones en las que
han participado países de la UE por medio de la OTAN, el brazo armado y
criminal del imperialismo, en las agresiones a Yugoslavia, Afganistán, Irak,
Somalia, Libia y Siria. En las estrechas relaciones que tiene la U.E. con el
gobierno sionista y criminal de Israel. La única salida posible que vaya en
beneficio de la clase obrera y de las más amplias masas populares es romper con
las estructuras del imperialismo, romper con el poder de la oligarquía y los
monopolios e iniciar la construcción del socialismo. Es por eso que el Partido
Comunista de los Pueblos de España y su organización juvenil los Colectivos de
Jóvenes Comunistas emprende esta campaña para señalar a la clase obrera que la
salida de la crisis pasa a su vez por la salida de Euro, la Unión Europea y la
OTAN, la ruptura con el poder de los monopolios y la construcción del poder
obrero y popular.