Durante
la última huelga general del 29 de Marzo se vivió en Ciudad Real una
jornada de lucha ejemplar, la organización y actividad de numerosos
piquetes obreros y estudiantiles consiguieron paralizar los sectores
estratégicos de la ciudad: transportes, centros industriales, servicios
de basuras….. Fue una muestra ejemplar del heroísmo por parte de la
clase obrera y del estudiantado popular que salieron a la calle ese día
para mostrar su rechazo al nuevo gobierno de relevo de la oligarquía de
que la clase obrera y las clases populares no van a callarse mientras
nos cercenan las históricas conquistas logradas en múltiples luchas
durante el siglo pasado.
Durante esta jornada de lucha la oligarquía utilizó, también en Ciudad Real, a las fuerzas del orden público como piquetes patronales con el claro objeto de obstaculizar la labor de los piquetes obreros y estudiantiles, intimidando a los participantes en los piquetes con registros continuos, grabando y fotografiando a los huelguistas y requisando material fotográfico a los miembros de los piquetes de forma arbitraria.
Especialmente bochornoso fue el espectáculo vivido en torno al medio día en la Plaza Mayor de Ciudad Real cuando efectivos del Cuerpo Nacional de Policía no tuvieron otro cometido que ponerse a “proteger” la sucursal de Vodafone en Ciudad Real, impidiendo la entrada a los piquetes informativos y actuando de forma intimidatoria y prepotente pidiendo arbitrariamente identificaciones a los participantes. Esto habría quedado en mera anécdota si no hubiera sido porque después de dos meses de los hechos citados dos jóvenes que participaban en ese momento en el piquete de la CNT han recibido una sanción administrativa acusándoles de “desacato a la autoridad” y de “intentar entrar a la fuerza” en la sucursal de Vodafone que los agentes estaban “protegiendo”. A los ojos de los numerosos testigos ese día había en la Plaza Mayor que estas acusaciones son falsas. Estamos pues ante una nueva medida represiva contra unos jóvenes que se han incorporado hace poco a la lucha y no tienen ninguna filiación política ni sindical y cuyo propósito declarado es amedrentarles y alejarles de las luchas sociales.
Esta medida sólo es una gota de agua dentro de del mar de medidas represivas que han sido tomadas contra sindicalistas, trabajadores y estudiantes organizados desde la huelga general del 29 de Marzo hasta la fecha presente. Presente esta todavía el recuerdo a la detención y prisión preventiva de tres estudiantes barceloneses de la AEP arrestados por participar en un piquete informativo el día de la huelga, el arresto y prisión preventiva de la dirigente sindical de CGT Catalunya, la detención de sindicalistas de CCOO acusados de pertenencia a “banda organizada” por repartir propaganda el día de la huelga, el estado de excepción encubierto decretado en Barcelona, (con suspensión del Tratado Schengen y controle policiales en la frontera incluidos) con el fin de proteger la reunión de los rapaces del Banco Central Europeo, organismo desde donde se dictan las medidas antisociales contra la clase obrera europea.
No es de sorprender este aumento exponencial de la represión por parte del estado burgués. El capitalismo se halla inmerso dentro de una crisis estructural profunda. Una crisis de sobreproducción que ha sido agravada por el desmoronamiento de las entidades financieras especulativas y que ha puesto al sistema capitalista en una tesitura delicada. La oligarquía, tanto la burguesía imperialista europea como la nacional, no ven otra salida para la crisis que el desmantelamiento de derechos sociales y laborales históricos con el fin abaratar los costes laborales de explotación de mano de obra asalariada y la búsqueda desesperada de nuevos mercados, lo que se está realizando mediante la privatización y mercantilización de empresas públicas y la degradación continuada de servicios públicos esenciales. Estas medidas las comenzó a aplicar el anterior gobierno socialdemócrata, ahora el nuevo gobierno del PP ha recibido la misión por parte de sus amos europeos de profundizar los recortes sociales y laborales iniciados por el anterior gobierno hasta extremos dantescos. La nueva contrarreforma laboral pulveriza los pocos instrumentos de negociación colectiva que le quedaban a la clase trabajadora, aumenta exponencialmente la tiranía del patrón dándole un poder absoluto en materia salarial, horarios y traslados, impone trabajos forzados a los parados bajo amenaza de perder su prestación si se niegan, abarata considerablemente el despido y aplica también estas medidas al personal laboral de la administración pública. Se anuncian importantes recortes en la sanidad introduciendo el copago en medicinas, se deterioran alarmantemente las instalaciones sanitarias y en algunas comunidades autónomas como Valencia o Cataluña se llega a cobrar a los familiares de los enfermos por el uso de sillas y butacones. En educación también ha sido uno de los sectores donde los recortes se han dejado notar, se ha bajado exponencialmente el sueldo de los docentes y se les ha aumentado la jornada laboral, se han despedido masivamente a los docentes interinos, se ha promovido una masificación desmesurada de alumnos en las aulas, se han cerrado escuelas rurales, han suprimido múltiples ayudas y becas, y han aprobado una subida de las tasas universitarias de más de un 50 por ciento…. Curiosamente al tiempo que se ha empeorado exponencialmente la calidad de servicios esenciales como la sanidad y la educación, han aparecido en los últimos años multitud de hospitales “con gestión privada” construidos con dinero público y multitud de centros privados y “concertados” en manos generalmente de los sectores más reaccionarios y fundamentalistas de la Iglesia Católica construidos también con dinero público. Esto se hace bajo la premisa neoliberal de que el dinero público debe de ser transferido al sector privado con el fin de que este lo utilice eficientemente y “reactive” la economía puesto que (según ellos) ha quedado demostrado que el sector público es sinónimo de “ineficiencia” y “derroche”.
Todo esto no es más que un mínimo resumen de las medidas que el gobierno ha implantado con objeto de la lucha contra el “déficit”, no cabe ninguna duda en señalar como verdaderos impulsores de estas medidas a la patronal (CEOE), las grandes entidades bancarias como BBVA y Banco Santander, al Banco Central Europeo y el FMI han apoyado firmemente las políticas de “austeridad” de los sucesivos gobiernos. Estos organismos de la oligarquía nacional e internacional y el gobierno tienen perfecta conciencia que lo impopulares que son dichas medidas y saben el rechazo social que pueden generar. Es por ello que en una fase acelerada de descomposición y crisis la dictadura del capital se ve obligada para imponer todo tipo de medidas antisociales y antiobreras, a despojarse de sus ropajes “democráticos” y enseñar su verdadera cara represora contra las distintas movilizaciones sociales. Hemos visto como se ha producido en los últimos meses una agudización exponencial de la represión en la actuación policial contra el movimiento estudiantil en Valencia, como por la actuación de los Mosos de escuadra en Barcelona durante la última huelga general y la actuación de la policía autonómica vasca en Bilbao que mató a un joven en una carga policial. Además desde distintos sectores del régimen se están realizando modificaciones legales que van a criminalizar aún más los modos y medios de protesta social, tal ha sido la declaración del Ministro del Interior Jorge Díaz de tipificar como delito penalmente la “resistencia pasiva”, la convocatoria de concentraciones y actos ilegales por internet y defiende aplicar la legislación antiterrorista de excepción que se aplica en el conflicto vasco al conjunto de actos vandálicos y violentos.
Los comunistas del PCPE y los CJC somos conscientes de que cualquier militante social o revolucionario puede sufrir la represión en cualquier momento, en nuestras filas tenemos a multitud de militantes que han sido represaliados con sanciones administrativas y penales por su participación en las luchas sociales y en abril de este año 3 camaradas de la organización en Catalunya salieron absueltos de un montaje policial que en base a mentiras y falsificaciones pretendía condenar a unos camaradas a 4 años de prisión bajo la acusación de “instigar disturbios”. Por ello somos perfectamente conscientes de la importancia de la solidaridad con los compañeros militantes de las luchas sociales cuando sufren el zarpazo de la represión burguesa para evitar que se sientan solos y reforzar su convencimiento de lo justo de su causa. Es por tanto que los Colectivos de Jóvenes Comunistas de Ciudad Real nos solidarizamos con los compañeros represaliados por su participación en los piquetes el día de la huelga general, rechazamos la sanción administrativa que se les ha impuesto arbitrariamente, pedimos que sea retirada dicha denuncia y les brindamos todo nuestro apoyo.
A quedado patente que el capitalismo no ha sido capaz de resolver los problemas endémicos de la juventud trabajadora y estudiante. Y es más ahora cuando se encuentra inmerso en una brutal crisis estructural lanza sus dentelladas más fieras contra la juventud recortando derechos laborales y sociales, empeorando progresivamente la educación pública y encareciéndola para impedir que los hijos de la clase trabajadora, limitando el derecho al subsidio por desempleo a un sector de la población que se encuentra con casi un 50 por ciento en paro y ahora limitando y restringiendo los pocos márgenes de derechos y libertades que teníamos para poder mostrar nuestro descontento. Es por ello que la juventud trabajadora y estudiante junto con la clase obrera y los sectores populares deben responder a esta agresión generalizada con la lucha generalizada. Debe organizarse en los centros de estudios luchando contra la subida de tasas, los recortes en educación y contra las leyes que imponen la mercantilización y elitización de las universidades (Plan Bolonia y EU2015); en los centros de trabajo contra las pretensiones rapaces de la patronal y el sindicalismo amarillo y pactistas de la cúpulas sindicales desarrollando a través de Comités de Unidad Obrera (CUO) un sindicalismo de clase y combativo, agrupando al conjunto de luchas y movimientos sociales dentro de un Frente Obrero y Popular que junto al Partido Comunista de el golpe de gracia al régimen capitalista y comience en el Estado Español la construcción del socialismo. Sólo con la construcción del socialismo, propiedad social de los medios de producción y la planificación democrática de la economía se pueden resolver los problemas endémicos de la sociedad como es acabar con el paro y conseguir el pleno empleo, una sanidad pública de calidad, una educación laica científica y gratuita además de múltiples prestaciones sociales que fueron sólo posibles en países socialistas. Sólo con la construcción del socialismo como fase inferior del comunismo pueden satisfacerse las aspiraciones de la juventud.
Durante esta jornada de lucha la oligarquía utilizó, también en Ciudad Real, a las fuerzas del orden público como piquetes patronales con el claro objeto de obstaculizar la labor de los piquetes obreros y estudiantiles, intimidando a los participantes en los piquetes con registros continuos, grabando y fotografiando a los huelguistas y requisando material fotográfico a los miembros de los piquetes de forma arbitraria.
Especialmente bochornoso fue el espectáculo vivido en torno al medio día en la Plaza Mayor de Ciudad Real cuando efectivos del Cuerpo Nacional de Policía no tuvieron otro cometido que ponerse a “proteger” la sucursal de Vodafone en Ciudad Real, impidiendo la entrada a los piquetes informativos y actuando de forma intimidatoria y prepotente pidiendo arbitrariamente identificaciones a los participantes. Esto habría quedado en mera anécdota si no hubiera sido porque después de dos meses de los hechos citados dos jóvenes que participaban en ese momento en el piquete de la CNT han recibido una sanción administrativa acusándoles de “desacato a la autoridad” y de “intentar entrar a la fuerza” en la sucursal de Vodafone que los agentes estaban “protegiendo”. A los ojos de los numerosos testigos ese día había en la Plaza Mayor que estas acusaciones son falsas. Estamos pues ante una nueva medida represiva contra unos jóvenes que se han incorporado hace poco a la lucha y no tienen ninguna filiación política ni sindical y cuyo propósito declarado es amedrentarles y alejarles de las luchas sociales.
Esta medida sólo es una gota de agua dentro de del mar de medidas represivas que han sido tomadas contra sindicalistas, trabajadores y estudiantes organizados desde la huelga general del 29 de Marzo hasta la fecha presente. Presente esta todavía el recuerdo a la detención y prisión preventiva de tres estudiantes barceloneses de la AEP arrestados por participar en un piquete informativo el día de la huelga, el arresto y prisión preventiva de la dirigente sindical de CGT Catalunya, la detención de sindicalistas de CCOO acusados de pertenencia a “banda organizada” por repartir propaganda el día de la huelga, el estado de excepción encubierto decretado en Barcelona, (con suspensión del Tratado Schengen y controle policiales en la frontera incluidos) con el fin de proteger la reunión de los rapaces del Banco Central Europeo, organismo desde donde se dictan las medidas antisociales contra la clase obrera europea.
No es de sorprender este aumento exponencial de la represión por parte del estado burgués. El capitalismo se halla inmerso dentro de una crisis estructural profunda. Una crisis de sobreproducción que ha sido agravada por el desmoronamiento de las entidades financieras especulativas y que ha puesto al sistema capitalista en una tesitura delicada. La oligarquía, tanto la burguesía imperialista europea como la nacional, no ven otra salida para la crisis que el desmantelamiento de derechos sociales y laborales históricos con el fin abaratar los costes laborales de explotación de mano de obra asalariada y la búsqueda desesperada de nuevos mercados, lo que se está realizando mediante la privatización y mercantilización de empresas públicas y la degradación continuada de servicios públicos esenciales. Estas medidas las comenzó a aplicar el anterior gobierno socialdemócrata, ahora el nuevo gobierno del PP ha recibido la misión por parte de sus amos europeos de profundizar los recortes sociales y laborales iniciados por el anterior gobierno hasta extremos dantescos. La nueva contrarreforma laboral pulveriza los pocos instrumentos de negociación colectiva que le quedaban a la clase trabajadora, aumenta exponencialmente la tiranía del patrón dándole un poder absoluto en materia salarial, horarios y traslados, impone trabajos forzados a los parados bajo amenaza de perder su prestación si se niegan, abarata considerablemente el despido y aplica también estas medidas al personal laboral de la administración pública. Se anuncian importantes recortes en la sanidad introduciendo el copago en medicinas, se deterioran alarmantemente las instalaciones sanitarias y en algunas comunidades autónomas como Valencia o Cataluña se llega a cobrar a los familiares de los enfermos por el uso de sillas y butacones. En educación también ha sido uno de los sectores donde los recortes se han dejado notar, se ha bajado exponencialmente el sueldo de los docentes y se les ha aumentado la jornada laboral, se han despedido masivamente a los docentes interinos, se ha promovido una masificación desmesurada de alumnos en las aulas, se han cerrado escuelas rurales, han suprimido múltiples ayudas y becas, y han aprobado una subida de las tasas universitarias de más de un 50 por ciento…. Curiosamente al tiempo que se ha empeorado exponencialmente la calidad de servicios esenciales como la sanidad y la educación, han aparecido en los últimos años multitud de hospitales “con gestión privada” construidos con dinero público y multitud de centros privados y “concertados” en manos generalmente de los sectores más reaccionarios y fundamentalistas de la Iglesia Católica construidos también con dinero público. Esto se hace bajo la premisa neoliberal de que el dinero público debe de ser transferido al sector privado con el fin de que este lo utilice eficientemente y “reactive” la economía puesto que (según ellos) ha quedado demostrado que el sector público es sinónimo de “ineficiencia” y “derroche”.
Todo esto no es más que un mínimo resumen de las medidas que el gobierno ha implantado con objeto de la lucha contra el “déficit”, no cabe ninguna duda en señalar como verdaderos impulsores de estas medidas a la patronal (CEOE), las grandes entidades bancarias como BBVA y Banco Santander, al Banco Central Europeo y el FMI han apoyado firmemente las políticas de “austeridad” de los sucesivos gobiernos. Estos organismos de la oligarquía nacional e internacional y el gobierno tienen perfecta conciencia que lo impopulares que son dichas medidas y saben el rechazo social que pueden generar. Es por ello que en una fase acelerada de descomposición y crisis la dictadura del capital se ve obligada para imponer todo tipo de medidas antisociales y antiobreras, a despojarse de sus ropajes “democráticos” y enseñar su verdadera cara represora contra las distintas movilizaciones sociales. Hemos visto como se ha producido en los últimos meses una agudización exponencial de la represión en la actuación policial contra el movimiento estudiantil en Valencia, como por la actuación de los Mosos de escuadra en Barcelona durante la última huelga general y la actuación de la policía autonómica vasca en Bilbao que mató a un joven en una carga policial. Además desde distintos sectores del régimen se están realizando modificaciones legales que van a criminalizar aún más los modos y medios de protesta social, tal ha sido la declaración del Ministro del Interior Jorge Díaz de tipificar como delito penalmente la “resistencia pasiva”, la convocatoria de concentraciones y actos ilegales por internet y defiende aplicar la legislación antiterrorista de excepción que se aplica en el conflicto vasco al conjunto de actos vandálicos y violentos.
Los comunistas del PCPE y los CJC somos conscientes de que cualquier militante social o revolucionario puede sufrir la represión en cualquier momento, en nuestras filas tenemos a multitud de militantes que han sido represaliados con sanciones administrativas y penales por su participación en las luchas sociales y en abril de este año 3 camaradas de la organización en Catalunya salieron absueltos de un montaje policial que en base a mentiras y falsificaciones pretendía condenar a unos camaradas a 4 años de prisión bajo la acusación de “instigar disturbios”. Por ello somos perfectamente conscientes de la importancia de la solidaridad con los compañeros militantes de las luchas sociales cuando sufren el zarpazo de la represión burguesa para evitar que se sientan solos y reforzar su convencimiento de lo justo de su causa. Es por tanto que los Colectivos de Jóvenes Comunistas de Ciudad Real nos solidarizamos con los compañeros represaliados por su participación en los piquetes el día de la huelga general, rechazamos la sanción administrativa que se les ha impuesto arbitrariamente, pedimos que sea retirada dicha denuncia y les brindamos todo nuestro apoyo.
A quedado patente que el capitalismo no ha sido capaz de resolver los problemas endémicos de la juventud trabajadora y estudiante. Y es más ahora cuando se encuentra inmerso en una brutal crisis estructural lanza sus dentelladas más fieras contra la juventud recortando derechos laborales y sociales, empeorando progresivamente la educación pública y encareciéndola para impedir que los hijos de la clase trabajadora, limitando el derecho al subsidio por desempleo a un sector de la población que se encuentra con casi un 50 por ciento en paro y ahora limitando y restringiendo los pocos márgenes de derechos y libertades que teníamos para poder mostrar nuestro descontento. Es por ello que la juventud trabajadora y estudiante junto con la clase obrera y los sectores populares deben responder a esta agresión generalizada con la lucha generalizada. Debe organizarse en los centros de estudios luchando contra la subida de tasas, los recortes en educación y contra las leyes que imponen la mercantilización y elitización de las universidades (Plan Bolonia y EU2015); en los centros de trabajo contra las pretensiones rapaces de la patronal y el sindicalismo amarillo y pactistas de la cúpulas sindicales desarrollando a través de Comités de Unidad Obrera (CUO) un sindicalismo de clase y combativo, agrupando al conjunto de luchas y movimientos sociales dentro de un Frente Obrero y Popular que junto al Partido Comunista de el golpe de gracia al régimen capitalista y comience en el Estado Español la construcción del socialismo. Sólo con la construcción del socialismo, propiedad social de los medios de producción y la planificación democrática de la economía se pueden resolver los problemas endémicos de la sociedad como es acabar con el paro y conseguir el pleno empleo, una sanidad pública de calidad, una educación laica científica y gratuita además de múltiples prestaciones sociales que fueron sólo posibles en países socialistas. Sólo con la construcción del socialismo como fase inferior del comunismo pueden satisfacerse las aspiraciones de la juventud.
¡Abajo las medidas represivas de la dictadura del capital!
¡Solidaridad con los compañeros represaliados!