domingo, 18 de diciembre de 2011

INTERVENCIONES DE LOS CJC EN EL 9º ENCUENTRO INTERNACIONAL DE JUVENTUDES COMUNISTAS EUROPEAS

Primera Sesión: Consecuencias de la desaparición de la URSS y los países del campo socialista.

La época inaugurada por la Gloriosa Revolución de Octubre, la conquista del poder por el proletariado en un país, para tratar de construir sobre los análisis marxistas y los ideales, sin ninguna experiencia previa un nuevo modelo económico, político y social que por primera vez en la historia de la humanidad acabara con la explotación del “hombre por el hombre”, como dijera Jonh Reed fue un acontecimiento que estremeció al mundo. 

Este modelo estuvo en vigor durante más de setenta años y demostró (a pesar del boicot, los sabotajes, la propaganda y las guerras) de manera incontestable su superioridad frente al capitalismo.

La desaparición de la URSS y del campo socialista, han marcado directamente los acontecimientos que hoy vivimos, el periodo donde el capitalismo por primera vez en su historia es el sistema hegemónico en todo el mundo y donde sin embargo su propia lógica irracional y depredadora lo han sumido en una profunda crisis que perfila su limite en la historia.

El ejemplo socialista guía de lucha de los trabajadores en los países capitalistas.

El socialismo-científico o comunismo desde su formulación ha sido la mayor preocupación de la clase burguesa en todos los países. El solo  hecho de que existiera un método de análisis que demostrara a los trabajadores la realidad de su situación de explotación y el prospero porvenir que podrían obtener utilizando para si la riqueza del trabajo que realizaban, ya era suficiente como para hacer tambalear el sistema de dominación burgués.

Así pues la posibilidad de ver en la práctica, la superioridad del socialismo frente al capitalismo, constituía sin duda un enorme potencial revolucionario entre los obreros de los países capitalistas y una amenaza real para la clase dominante, que no podía ser solucionada a través de la propaganda anticomunista, ni la represión requería que además garantizaran unas mínimas condiciones de vida a sus obreros para poder competir (aunque de manera muy remota) en justicia social con los países socialistas.

Ante esta situación se encontraron los oligarcas de muchos países europeos tras la segunda guerra mundial, donde la brutalidad militar nazi había desmantelado la mayoría de estados de los países invadidos y que con su derrota, la única estructura organizada eran las milicias de partisanos, obreros organizados la mayoría de ellos entorno a los Partidos Comunistas, armados y hermanados con el pueblo en la guerra antifascista.

En esta experiencia la clase obrera europea dio un importante vuelco en la correlación de fuerzas con respecto a la burguesía. En los países liberados por el Ejercito Rojo esta clase obrera acabaría haciéndose con el poder iniciando procesos de construcción del socialismo y en los países que conservaron su estado burgués o fueron militarmente ocupados por los ejércitos imperialistas, se tuvo que iniciar todo un proceso de transformación de un estado liberal clásico a un modelo de estado, intervencionista con un sistema público de garantías sociales (derechos políticos y sindicales, subsidios por desempleo, pensiones garantizadas por el estado, cobertura pública en sanidad y educación, etc) el conocido como “Estado del Bienestar o Estado Social”.

Con la desaparición de la URSS y los países del campo socialista, el proceso de desmantelamiento de las garantías sociales en los países capitalistas se ha acelerado y amenaza con su completa desaparición. La caída del socialismo en Europa del Este supuso la ruptura definitiva con el Keynesianismo y la entrada a marchas forzadas en un modelo económico neoliberal (al estilo del de EE.UU. o algunos países de Latino America), sin embargo el proceso de precarización, recortes y privatizaciones de los sectores públicos en los países de Europa Occidental empezó mucho antes (aunque de forma mucho menos agresiva) y va en paralelo a la hegemonía de las posiciones oportunistas en el seno de los Partidos Comunistas de estos países (España, Francia, Italia, etc.), que confrontaban ideológicamente con el Bloque Socialista tratando de desprestigiarlo y restarle influencia entre los trabajadores, y a la progresiva desmovilización de las bases de los partidos y las centrales sindicales a ellos vinculadas.

La URSS y el Bloque Socialista, garantía internacional para la paz y las trasformaciones sociales en el mundo.

Otra consecuencia fundamental que ha tenido el fin de la experiencia socialista en Europa del Este, ha sido la vía libre para las injerencias imperialistas en cualquier país del mundo y el progresivo deterioro y desprestigio de las organizaciones internacionales y la legalidad internacional, como la ONU, que cada vez mas se evidencia su subsidiariedad a los intereses del imperialismo y su ineficacia como organismo diplomático moderador.

La URSS y los países del Bloque Socialista constituían el único contrapeso real en el plano internacional a las expectativas belicistas del imperialismo. Bajo la cobertura internacional de la URSS y el resto de países socialistas se dieron en el mundo la mayoría de los procesos anticoloniales y de liberación nacional en aquellos continentes sometidos a los imperios europeos, norte-americano y japonés respectivamente.

Este proceso no fue sencillo ni pacifico, desde la perspectiva del pacifismo burgués se puede decir incluso que fue un periodo lleno de conflictos bélicos (Argelia, Angola, Mozambique, Vietnam, Korea, Nicaragua, Cuba, Congo, etc.), sin embargo rompiendo con la concepción metafísica del pacifismo burgués, debemos analizar este tipo de guerras, guerras de los pueblos contra los imperios, guerras contra la explotación y la miseria, y diferenciarlas de los actuales conflictos bélicos que todos los días azotan el mundo (Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia, Líbano, Honduras, etc)  guerras de las naciones poderosas contra los pueblos del mundo por el control de sus recursos naturales y las rutas de comercio)

Los países socialistas siempre apoyaron y se mostraron solidarios con los pueblos en lucha, les apoyaron logísticamente en su batalla contra el imperialismo, los apoyaron diplomáticamente luchando contra la ingerencia extranjera en estos conflictos y forzando el reconocimiento internacional de las jóvenes naciones que salían victoriosas de este proceso, y les apoyaron económicamente a través de acuerdos comerciales de desarrollo y solidaridad.

Los jóvenes comunistas debemos reivindicar el papel fundamental de la URSS y los países socialistas (que evidentemente también tuvieron sus errores) en la lucha por la independencia, la paz y la justicia social en todo el mundo y como durante la existencia del bloque socialista las leyes internacionales y la ONU tuvieron algún valor real.

En la actualidad y como consecuencia de la desaparición del socialismo en Europa de Este muchos de los países que se independizaron se han visto sometidos a injerencias extranjeras (golpes de estado, terrorismo y guerras) hasta acabar destrozados y nuevamente ligados muchos de ellos por las cadenas de sumisión económica a sus antiguos ocupantes.

La victoria de la contrarrevolución en la URSS y la crisis de los revolucionarios en todo el mundo.

Las últimas décadas del siglo XX, se destacaron en los Partidos Comunistas de los  países capitalistas por la lucha entre las posiciones oportunistas y los revolucionarios. Un fenómeno similar se daba también en el seno de los países socialistas.

El desarrollo de las “vias autónomas” al socialismo de cada país, que mas tarde se convertirían muchas de ellas en la conocida como “Corriente Eurocomunista” suponían la expresión europea del oportunismo político, que se alejaba de la construcción leninista de partido y se introducía en el campo ideológico de la pequeña-burguesía y la social democracia, aceptando las etapas intermedias y progresivas dentro del capitalismo para la construcción del “socialismo” y atacando ferozmente las experiencias socialistas revolucionarias triunfantes en el mundo.

Esta lucha supuso en muchos países (como el caso de España) la ruptura de los partido históricos, y la aparición de nuevos partido que buscaban mantener la línea revolucionaria en el trabajo con las masas.
Paradójicamente la solidaridad con la URSS y los países socialistas y la defensa del socialismo  (con sus avances y sus retrocesos), constituyo la seña de identidad de los revolucionarios, que respaldaban la validez de sus planteamientos en los avances de estos países. La victoria de la contrarrevolución en el  Bloque Socialista y el consiguiente proceso de liquidacionismo, supuso un golpe inesperado y por la retaguardia a las posiciones revolucionarias en todo el mundo, que abrió una enorme crisis en el seno del movimiento comunista que solo hoy en día empezamos a superar.

La victoria definitiva de los contra-revolucionarios en el campo socialista y la abolición de las relaciones socialistas de propiedad, llevo a un grave problema de identidad política a los destacamentos revolucionarios en los países capitalistas. De cara a la mayoría de la población (así la propaganda se encargo de transmitirlo) esto probaba la validez de los planteamientos oportunistas, y abría la puerta a las especulaciones y a la manipulación histórica sobre el desarrollo del socialismo durante el siglo XX.

Además supuso un gran debilitamiento de las posiciones revolucionarias, la progresiva deriva reformista en aquellas organizaciones donde la lucha de líneas no se había resuelto (salvando escasas excepciones) , la progresiva perdida de base social y de identidad del proyecto comunista, el desarraigo de las posiciones revolucionarias entre la clase obrera así como una subjetividad de derrota para muchos de sus militantes, que ha costado muchos años de lucha lograr superar.

En el plano internacional esta deriva ideológica de los diferentes partidos se ha reflejado en una crisis de referencialidad, que ha llevado durante muchos años a bloquear el carácter de debate y creador de política del movimiento comunista internacional, trasladándolo al plano de las relaciones estrictamente bilaterales, a los contactos basados en intereses particulares o nacionales en lugar de hacerlo por afinidad ideológica. La elaboración de documentos generales, expositivos e ideológicamente vagos, la cordialidad forzosa y la eterna pregunta de quien es quien referente a los partidos históricos que han virado hacia el reformismo, otros partidos nuevos menos conocidos y las múltiples escisiones existentes en cada país.

La Juventud Comunista a la vanguardia ideológica contra el capitalismo.

Este debate es fundamental que lo tengamos en el seno de las juventudes comunistas, para poder entre todos analizar el actual marco de agresión de la oligarquía contra los derechos de la clase trabajadora, evaluar nuestras fuerzas y determinar la mejor manera de fortalecer el movimiento comunista en este lucha.

Como juventud se nos planta un gran reto pero también tenemos una gran ventaja. Nuestra ventaja es que para la mayoría de jóvenes que día a día ingresan en las filas de la juventud revolucionaria, no sufrimos directamente la caída del del Bloque Socialista, y por tanto nos encontramos con una buena gran moral de combate y somos absolutamente conscientes de la necesidad vital de la superación del capitalismo. Podemos analizar desde la objetividad, sin sentimientos ni nostalgias y determinar claramente el periodo de avance sin igual que supuso para la humanidad, la construcción del socialismo.

También nos enfrentamos a un gran reto, el reto de crear un proyecto y de trasladarlo a las masas juveniles sin el peso directo que supone el ejemplo en un país vecino (aunque por supuesto todavía tenemos referentes como Cuba socialista). Tenemos el reto de retomar el hilo rojo de la historia y de hacer nuestra la experiencia de la lucha de clases en toda su extensión, sin caer en las trampas del oportunismo que acepta como validos ciertas partes de la historia y otras no manipulándolas a su antojo, el reto de recuperar la verdadera historia de la construcción del socialismo y de hacérsela llegar a los jóvenes de nuestra generación saltando los muros de la propaganda burguesa y de las políticas anti-comunistas de la UE.

Pero sobre todo tenemos el deber de reforzar el movimiento comunista,  buscar el debate colectivo internacional que nos enriquezca y nos fortalezca a todas las organizaciones, tenemos el reto de crear los lazos de solidaridad que nos permitan progresivamente trabajar unidos en la lucha contra el capitalismo.

Camaradas, en el día de hoy donde el capitalismo se encuentra en su peor decadencia y donde el reformismo esta claramente dibujado en los integrantes del Partido de la Izquierda Europea y sus palmeros, es el momento de fortalecer la cohesión ideológica y el marco de trabajo conjunto de los revolucionarios, de volver a sacar nuestra bandera sin complejos ni vergüenza de ningún tipo y de luchar hasta que la bandera roja sea la bandera que encabece a la clase obrera internacional en su lucha contra el capitalismo.

Hoy mas que nunca es el momento de retomar la historia donde la dejamos.

Segunda sesión: La construcción del socialismo en el siglo XX, el papel de la URSS y los países del Bloque Socialista, causas de la contra-revolución y perspectivas de la lucha por el socialismo hoy.

La experiencia de la construcción del socialismo en la Unión Soviética y el Bloque Socialista, ha supuesto todavía a día de hoy el mejor ejemplo histórico del desarrollo de la lucha de clases, y por tanto es imprescindible que sepamos analizar todos los acontecimientos que en ella se dieron pues de ahí obtendremos las mejores lecciones a la hora de interpretar y analizar el desarrollo de la lucha de clases en nuestras realidades concretas.

La experiencia socialista del siglo XX nos ha dejado grandes contribuciones para la humanidad.

Nos mostró primero que nada que los trabajadores podemos crear un estado propio que además a pesar de las guerras y las injerencias de toda clase supere en bienestar social y desarrollo a las superpotencias imperialistas.

Nos enseño que si es posible lograr la integración de diferentes pueblos en un mismo proyecto, respetando su libre autodeterminación.

Fue el primer estado sistema que puso la base material para la emancipación total de las mujeres, muy por delante de las democracias burguesas.

Logro hacer validas unas instituciones internacionales que frenaran las expectativas depredadoras del imperialismo, y a su amparo los pueblos del mundo iniciaron la lucha por su liberación del yugo imperial.

Logro incluso, solo con su existencia facilitar la mejora sustancial de las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras de los países capitalistas.

Sin embargo también nos dejo lecciones amargas, y nos demostró que la lucha de clases no termina con la toma del poder por la clase obrera y a que siempre debemos estar alerta ante los embates del imperialismo y de las fuerzas oportunistas.

La victoria de la contra-revolución en la URSS y el Bloque Socialista.

La propaganda burguesa hace mucho ahínco en consolidar los términos “caída” o “colapso” al referirse a la desaparición de la URSS y el campo socialista, lo hacen porque con ello intentan introducir la idea de que el fin del socialismo en Europa del este fue un proceso inherente a la lógica del sistema socialista, y que por tanto el socialismo es un modelo obsoleto y descartado por la historia.ç

Frente a esto nosotros decimos que el fin del socialismo real, fue la victoria de la contra-revolución, la culminación de la toma del poder de nuevo por los sectores oportunistas de la sociedad que durante un largo periodo parasitaron las filas del PCUS, ganado hegemonía dentro de él  y haciéndole perder progresivamente su carácter revolucionario.

Muchos episodios marcaron esta lento desarrollo de la contra-revolución, la muerte de millones de camaradas del PCUS (así como de miles de cuadros)  durante la lucha heroica contra el nazi-fascismo, dejo un partido que en parte cubrió sus bajas con tecnócratas (intelectuales y profesionales de origen o extracto burgués), lo que rebajo en mucho el nivel político de los cuadros del partido.

La llegada de estos sectores a la dirección del partido, durante el XX Congreso, y las medidas que de él se derivaron (debilitamiento de la planificación central de la economía, apertura a nuevas formas de propiedad privada, en lugar de profundizar en la socialización de los recursos, la perdida progresiva de representatividad y de capacidad de control de los trabajadores a través de sus estructuras de base, frente a una administración cada vez mas burocratizada, la aceptación de la ley del valor como ley propia del desarrollo socialista, etc.)
Llevaron al proceso de la “Perestroika” y finalmente a la definitiva desaparición de la URSS.

Respecto a esto debemos analizar, de entrada, que la victoria de la contra-revolución, fue un fenómeno de carácter fundamentalmente interno, aunque no podemos descartar la influencia y el empuje que las injerencias imperialistas hicieron de este proceso, pero no se puede afirmar que fuera un proceso dirigido desde potencias externas. Además de esto y a pesar de lo críticos que debemos ser con el proceso de deriva de la URSS, incluso en sus peores años (ideológicamente hablando) constituía una experiencia infinitamente mas progresista y avanzada que el mundo capitalista y por tanto merecía ser defendida, del mismo modo que debemos reivindicar como revolucionarios toda su existencia.

Finalmente, nos queda la lección de que la lucha de clases no termina con la conquista del poder por la clase trabajadora con su partido a la vanguardia y que nunca se debe bajar la guardia ante las desviaciones reformistas y revisionistas en el seno de nuestras organizaciones, entender bien los que paso con la URSS y el Bloque Socialista, además nos permitirá tener mas criterio a la hora de analizar procesos que se están desarrollando dentro de algunos países socialistas que han resistido hasta hoy.

Perspectivas de la lucha por el socialismo hoy.

La perspectiva en la lucha por la construcción del socialismo hoy en día, no podría ser mas clara.
Camaradas el capitalismo se encuentra hoy en una terrible contradicción interna, justo en el momento en que por primera vez en la historia es el modo de producción hegemónico en todo el mundo, se haya inmerso dentro de una profunda crisis estructural, por la que ha lanzado la peor ofensiva contra los derechos de los trabajadores y los pueblos desde la Segunda Guerra Mundial.

Ante esta situación y centrándonos en Europa, el capitalismo esta generando un gran nivel de malestar y pobreza entre las capas populares de los diferentes países, y no sabrá superar la crisis sin generar mas explotación, miseria y guerra.

En este contexto la juventud revolucionaria nos encontramos  en la mayoría de países de Europa (salvando felices excepciones) en una posición todavía minoritaria y de debilidad orgánica. Por ello es imprescindible fortalecer la firmeza ideológica de nuestros planteamientos.

Hoy mas que nunca no es el momento de esconder nuestra propuesta tras las banderas de la llamada “izquierda plural” entendida esta como un cúmulo de expresiones pequeño-burguesas mas o menos progresistas, sino de salir a la acción con nuestras ideas y nuestros estandartes por delante, es el momento de recuperar el referente comunista como la avanzadilla de oposición a todas estas medidas antipopulares. Necesitamos derrotar las posiciones oportunistas que especialmente a partir de los 90 han estado frenando las expectativas de la clase trabajadora, llevándoles a un discurso de derrota y de cooperación con este sistema, hay revalidar de nuevo el discurso y las posiciones de los comunistas, para poder canalizar todo este descontento obrero y popular hacia nuestro objetivo último que es la destrucción del capitalismo y la creación de una nueva sociedad socialista, que permita sentar las bases del comunismo . Al menos este es el análisis que hacemos los CJC para España, la lucha evidentemente se debe dar sin caer en desviaciones izquierdistas e interviniendo en la problemática concreta de los trabajadores.

Así pues debemos reivindicarnos como herederos de toda la historia del socialismo, ya que de su defensa construiremos también nuestra mejor arma para desemascarar a las fuerzas oportunistas que renegando de esta etapa apelan a neologismos como “Socialismo del siglo XXI” para mantener a la clase trabajadora prisionera de los planteamientos colaboracionistas con el sistema que proponen un nuevo capitalismo mejor.

Hoy mas que nunca es socialismo o barbarie.